Bolg de Crecimiento Personal

El cambio empieza en ti, tu eres el cambio

Este poema sobre el Dar de Gibrán Khalih nos hace reflexionar sobre eso que decimos con la boca grande, Yo doy más que lo que recibo.

Pero, ¿realmente comprendemos la grandeza del Dar?.

Dar no es un intercambio, es simplemente un acto que podemos realizar cuando no estamos en la carencia, en el miedo a no tener.

Solo desde ahí podemos hablar del Compartir. Reflexionemos sobre esto…

Simplemente doy o estoy en un intercambio de dar y recibir, la gran diferencia es de un estado de abundancia o de carencia.

 — Albert Cruells

Sobre el Dar - Reflexión de Gibrán Khalil - Albert Cruells

Reflexión sobre el Dar - Gibrán Khalil

No dais sino poco cuando dais de vuestras posesiones.

Es cuando dais de vosotros mismos que realmente dais.

Porque, ¿Qué son vuestras posesiones sino cosas que conserváis y defendéis por temor a necesitarlas mañana?

Y mañana qué puede traer el mañana al perro en demasía prudente que entierra huesos en la arena sin dejar huellas mientras sigue a los peregrinos hacia la ciudad sagrada.

Y qué es el temor de necesitar, sino la necesidad misma.

No es temer la sed cuando vuestra fuente está llena, la sed que es inexistente

Hay quienes dan poco de lo mucho que tienen, y lo dan para reconocimiento y su oculto deseo hace sus dádivas insanas.

Y hay quienes tienen poco y lo dan todo.

Estos son lo que creen en la Vida y en la generosidad de la Vida, y su cofre nunca está vacío.

Hay quienes dan con alegría y esa alegría es su recompensa.

Y hay quienes dan con dolor y ese dolor es su bautismo.

Y hay quienes dan y no conocen la pena de dar ni buscan alegría ni dan con preocupación de virtud.

Dan como en el valle lejano el mirto exhala su fragancia, en el espacio.

A través de las manos de los que son como estos habla Dios, desde tras sus ojos, El sonríe sobre la tierra.

Es buenos dar cuando se os pide, pero es mejor dar cuando no se os pide, por compresión;

Y para el dadivoso, el buscar a aquel que pueda recibir, es gozo mayor que el dar.

¿Y hay algo que quisiera retener?

Todo lo que tenéis deberá ser dado algún día;

Por lo tanto dad ahora a fin que la época de dar sea vuestra y no de vuestros herederos,

A menudo decís: «Yo daría pero sólo al que lo merece».

Los árboles de vuestro huerto no dicen así, ni los rebaños de vuestros campos.

Ellos dan para poder vivir porque retener es perecer.

Seguramente que aquel que es merecedor de recibir sus días y sus noches, es merecedor de todo lo demás de ti.

Y aquel que merece beber del océano de la vida merece llenar su copa en vuestra pequeña corriente.

Y quién sois vosotros para que los hombres deban abrir su pecho y develar su orgullo a fin de que podáis ver su valer desnudo y su orgullo no envilecido?

Ved primero que vosotros mismos merezcáis ser dadores y un instrumento del dar.

Porque en verdad es la vida la que da a la vida; mientras vosotros que os creéis dadores no sois sino testigos.

Y vosotros los que recibís, – y todos reciben- no asumáis el peso de la gratitud a menos que pongáis un yugo sobre vosotros mismos sobre aquel que da.

Más bien elevaos junto con el dador sobre sus dones como sobre alas;

Porque preocuparos en demasía de vuestra deuda, es dudar de su generosidad que tiene a la tierra magnánima por madre, y por padre a Dios.

— Gibran Khalil

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