¿Eres feliz en tu vida? - Albert Cruells
“Resguardarme y esperar que pase la tormenta no es crecer. Crecer es aprender a caminar bajo ella con plena confianza y alegría, porque algo me mostrará para mí.”
Todos anhelamos ser felices, vivir en plenitud, amar y ser amados, ser bondadosos; así dicen que podemos ser. Es el mensaje de los antiguos Maestros y también de las modernas escuelas, pero ¿eres feliz en tu vida?, ¿por qué es tan difícil conseguir este estado?
No en momentos, no puntualmente, no en etapas de nuestra vida, sino permanentemente.
¿Cómo podemos salir de este círculo de satisfacción-insatisfacción?
Buscamos la Felicidad en los acontecimientos externos, en nuestro entorno, en aquello que nos hace estar contentos; intentamos amarrarnos a esos momentos agradables y huir de las situaciones que no nos hacen sentir alegres: huimos del dolor. Eso no es Felicidad, eso es “estar contento” o “estar enfadado”, o triste, o melancólico.
La Felicidad es mucho más que esas actitudes de alegría o tristeza, es un estado.
Cuesta darnos cuenta que es una disposición de la mente, es un estado que nos aporta una actitud de plenitud ante la vida y que no depende del resultado de las circunstancias y situaciones externas.
Buscamos la felicidad fuera
La felicidad es interna y no externa, por eso nos cuesta estar permanentemente en ese estado. Buscamos la Felicidad fuera, en “cosas” -sean materiales o emocionales-, y responsabilizamos al entorno de esos momentos de “no felicidad”.
La felicidad no se alcanza con grandes cosas, con grandes logros y con grandes éxitos, se alcanza con las cosas pequeñas cotidianas que ocurren todos los días en nuestra vida.
La verdadera felicidad no aparece cuando hacemos solo aquello que queremos, cuando hacemos solo aquello que amamos.
La verdadera felicidad, la verdadera plenitud, aparece cuando vibramos con todo lo que hacemos, cuando somos capaces de amar todo aquello que hacemos, cuando nos sentimos bien con nosotros mismos, a pesar de nosotros mismos.
Debemos mirar hacia dentro, observarnos en profundidad, reflexionar y darnos cuenta de lo que creemos que somos, de esa imagen que creamos y tenemos de nosotros mismos.
Debemos tomar consciencia que no depende de lo externo, no depende de lo que tenemos, simplemente depende de lo que somos.
Desde esta visión podremos ver y sentir lo que realmente somos.
Almas encarnadas con un único propósito: Ser conscientes de la Conciencia.
— Albert Cruells
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