Oh! hombre, conócete a ti mismo y conocerás el Universo y a los dioses — Templo de Delfos —
¿Quién eres realmente? La respuesta es que no lo sabes, no lo has sabido nunca. Solo tienes la sensación de ser ese “yo soy” que te ha acompañado desde que naciste.
Yo soy Albert, soy marido, soy padre, trabajo y muchas cosas más. Pero todo esto con lo que me identifico solo es una idea, una realidad ilusoria.
Quizá deberías cambiar la pregunta y decirte:
¿Qué soy en este momento? porque aquí es donde esta la verdadera respuesta.
No trates solo de comprender conceptualmente lo que eres, porque lo que realmente eres va más allá de la mente.
Pero si puedes observar todo lo que crees que eres, todo ese ruido mental, esas creencias que tienes ancladas, tu realidad cotidiana.
Observa, amplia tu perspectiva y podrás ver más allá de tus limitaciones.
Tu vida, tus relaciones, tus miedos, tus dramas, tus alegrías, tus ilusiones son solo una idea que poco tiene que ver con “quien eres realmente”.
Profundiza en ti, en tus sombras profundas, en tu cielo y tendrás la sabiduría para sentir que eres este momento.
Conócete a ti mismo en todos tus aspectos.
Eres energía manifestándose “ahora” en este plano.
— Albert Cruells
Conócete a ti mismo | Leyenda de los dioses
Cuenta la leyenda que los dioses se reunieron para esconder la sabiduría, pues el ser humano se iba a degenerar y no era recomendable que la tuviera en sus manos pues solo se destruiría más rápido y lograría realizar daños muy grandes.
Pero era necesario que estuviera al alcance de gentes preparadas para que hicieran buen uso de ella.
— Se levantó el Dios de las aguas y dijo:
Escondamos la sabiduría en el fondo de un océano, en una caverna submarina y pongamos un monstruo marino a resguardarla, ahí nunca la encontrará.
Uno de los Dioses se adelantó al futuro -dice la leyenda- y se encontró con la sorpresa de que el ser humano haría guerras en el fondo de los océanos, y que si la sabiduría estaba ahí, en qué manos iba a caer, no era pues buen lugar.
— Se levantó ,en la asamblea, el dios de la tierra y dijo:
Escondamos la sabiduría en las entrañas de la tierra, ahí nunca se le ocurrirá buscar.
Nuevamente se adelantan al futuro y se dan cuenta que el ser humano haría perforaciones en todos lados, por codicia, buscando minerales, piedras preciosas, etc.
Y qué tipo de ser humano encontraría la sabiduría, tampoco era buen lugar.
Entonces habló el dios del aire y dijo:
— Escondamos la sabiduría en la más alta montaña, donde jamás pie humano ha llegado.
Se adelantan al futuro y ven que el ser humano por orgullo trataría de conquistar las más altas montañas, gente así tampoco era recomendable que la encontrara.
Hablaron de decenas de lugares, más ningún lugar era seguro, por fin uno dijo:
— Escondamos la sabiduría dentro del mismo ser humano, ahí no la buscara, solo el que tenga puro y noble corazón se le ocurrirá buscarla en ese lugar.
Todos los dioses estuvieron de acuerdo, y desde entonces la sabiduría está ahí.
— Leyenda popular